España se une a Alemania al incluir los turbos entre las piezas de repuesto de automóviles que requieren certificación
El Ministerio se une al departamento federal alemán de Transporte (BMVI) y es la segunda agencia normativa en Europa que realiza una declaración para incluir los turbos entre los componentes automovilísticos que requieren una aprobación. En ambos países, un turbo de sustitución "idéntico" no original requiere un certificado específico de repuestos o una inspección de vehículos que puede incluir la superación de una prueba de emisiones. Este es un mensaje importante para los talleres y los instaladores cuando planteen sus recomendaciones a los clientes.
En España, en las infracciones en casos extremos se pueden incurrir en multas de hasta 650 €. La Guardia Civil de Tráfico puede incluso obligar a los vehículos a que dejen de circular, ya que no está permitido que circulen por las vías públicas los vehículos con piezas de repuesto que requieran aprobación y que no dispongan de la certificación pertinente.
"España se ha unido a Alemania y se espera que otros países sigan esta tendencia, lo que indica claramente que los turbocompresores no originales plantean graves problemas para los talleres y los usuarios finales", afirmaba Olivier Rabiller, vicepresidente de Honeywell Transportation Systems y director general de Business Development, High Growth Regions and Aftermarket. "Los turbocompresores desempeñan una función importante para que los vehículos cumplan los objetivos cada vez más estrictos de eficiencia energética y emisiones. Nadie sale ganando con el uso de un repuesto con el que el rendimiento del vehículo no sea el previsto.
"Existe un riesgo para el negocio del instalador con la posibilidad de repetidas reparaciones en garantía, así como un riesgo para el cliente si se tiene en cuenta el coste del rendimiento ineficiente de un motor, que se traduce en problemas de emisiones y en un alto consumo de combustible", añadía Rabiller.
Se espera que en otros países también se centre la atención en los turbocompresores, al ser componentes de motores relevantes para las emisiones y la seguridad que no pueden intercambiarse libremente con repuestos no originales y sin certificación.
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