Educación: La promesa de esperanza para los refugiados del mundo
En la actualidad, más de 43 millones de los desplazados forzosos en el mundo son niños, frente a los 36 millones de 2021.
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, ECW hace un llamamiento a los dirigentes de todo el mundo para que garanticen el respeto de los derechos de los refugiados consagrados en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Estas niñas y niños, que han huido de sus queridos países de origen debido a conflictos armados y persecuciones, tienen derecho a la protección y a los servicios básicos, y no menos a la continuación de su educación. Con acceso a oportunidades de aprendizaje seguras, integradoras y de calidad, hay esperanza lejos de casa.
La esperanza lejos de casa significa la seguridad del aula, la amabilidad de unos profesores atentos y bien formados, el alimento de un almuerzo escolar y la dignidad de aprender, crecer y prosperar. Sus experiencias les han hecho resistentes, pero las cicatrices permanecen. Con servicios de salud mental y psicosociales en su itinerario educativo, pueden alcanzar y alcanzarán su pleno potencial de las formas más asombrosas.
Con socios estratégicos como ACNUR, La educación no puede esperar se dedica a garantizar que las niñas y los niños refugiados puedan acceder a entornos de aprendizaje seguros. En lugares como Chad, esto significa que niñas refugiadas como Hawa están aprendiendo a leer y escribir con el apoyo del gobierno, que ha dado grandes pasos para incluir a los refugiados en el sistema educativo nacional.
No lo conseguiremos solos. Se necesitarán cerca de 4.850 millones de dólares estadounidenses anuales para proporcionar educación a los refugiados del mundo. Mientras nos replanteamos nuestras prioridades y aunamos esfuerzos para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de aquí a 2030, debemos conectar a los donantes, el sector privado, las fundaciones filantrópicas y otras modalidades de financiación innovadoras para salvar esta brecha.
Como fondo mundial de las Naciones Unidas para la educación en situaciones de emergencia, Education Cannot Wait se creó para seguir y encontrar a los más rezagados -los refugiados en movimiento- y apoyar la prestación de una educación de calidad. Con una financiación total de 1.500 millones de dólares en los próximos cuatro años, llegaremos a 20 millones de niños y adolescentes con una educación integral de calidad.
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